miércoles, 14 de septiembre de 2011

WARRIOR: cómo encontrar las palabras

Y es que 20 minutos despuésde terminar la película todavía me duraba la sensación de uno de los finales más intensos emocionalmente hablando que he visto en mucho tiempo. Y en ese momento, pensando ya en esta "crítica" (que yo llamaría "voyabuscarunnombrediferenteporquecriticarvoyacriticarpoco"), me vino un sentimiento de frustración porque nos hemos malacostumbrados a endiosar sin discriminación, de tal manera que cuando ves una verdadera película cuesta mucho hacer entender que ESTA lo es.
Porque aún hoy (24 horas más tarde) sigo fascinado por el desarrollo de personajes que se pusieron en una pantalla, fascinado por el trabajo de Nick Nolte, Joel Edgerton y... (perdona, necesito hacer una pausa para poner mis rodillas y mis cojones en el suelo) TOM HARDY.
 Hago un inciso para decir que hay TANTAS cosas por alabar de esta película que me va a costar no dejarme algo.
Tom Hardy: me ha costado dormir hoy y en cierto momento de la noche me he puesto a tomar notas para esto que estás leyendo; en un instante me he visto a mi mismo dudando sobre si escribir o no la siguiente afirmación pero después de repasar muchas cosas he dicho "sí, esa es la definición perfecta" (y no olvides lo expuesto al inicio: esto no es una exageración): Tom Hardy es el nuevo Christian Bale... sin que este necesite sustituto, ojo. Y no hablo solamente por la capacidad de transformación física que tienen ambos (lo que hace aquí o en "Bronson"... pues eso), sino por la mimetización con el personaje: a Hardy cuesta reconocerlo pese a haber estado en obras como "Inception", "RocknRolla" o "Layer Cake".
Sacando a relucir los personajes más memorables por la notoriedad de la producción, su creación del personaje en la fantasía de Chris Nolan fue más allá de un agente secreto, tenía dimensionalidad... en el caso de la película de Gavin O'Connor es ya rizar el rizo.
Me preguntaba ayer Ale sobre la similitud o comparación con "The Fighter"; esto que viene ahora es una opinión personal: "Warrior" está por encima de la película protagonizada por Bale, porque ésta hace descansar la base para su grandiosidad en el INOLVIDABLE personaje creado por el "nuevo" Bruce Wayne quien, en todos los sentidos, debora la película (junto con la grandísima Melissa Leo) yendo mucho más allá no de la historia, sino de la relación de esos hermanos.
La genilidad de la obra dirigida por O'Connor (quien hace su cameo otorgándose el papel del creador del Torneo, CON DOS COJONES) radica en sus personajes, sí, pero sobretodo en la INTENSA relación del trío que forma la familia Conlon.
El trabajo tan detallista de los tres actores está tan por encima de la historia que te olvidas por completo que estás viendo una historia que sigue la fórmula de "Karate Kid". Porque sí, la trama es un torneo en el que dos hermanos van por su lado, y cada uno tiene sus motivos personales para querer ganarlo (motivos ambos tan válidos que convierte a una película como esta en la que no hay antagonista, solo protagonistas). Y desde un principio sabes que el combate final será entre ellos dos, lo que realmente importa es cómo llegan hasta él (y no hablo de las diferentes peleas y rivales que afrontan)... y especialmente CÓMO es es combate final.
Y aquí es donde alabo al director de la película (y voy mucho más allá de la composición, la planificación o el hecho de haber diferenciado a los hermanos con diferentes tonalidades y calidades de cámara): O'Connor (de quien ya disfruté "Pride and Glory") no juega con la tensión del público, juega con sus emociones. Porque el torneo constituye poco más del 3º acto de la historia... porque durante el torneo (que es poco menos que el "repartimos hostias como panes") no es que chulo ha sido tal o cual combate... porque nadie aplaude en la sala (algo muy típico por aquí cuando entras en un "blockbuster" de acción).
No, el director se la juega como los personajes en el combate final y sin destripar mucho (SPOILER) en ese momento en el que los dos hermanos están destrozándose el uno al otro te saca por completo del sufrimiento físico, se lleva por completo la pista de audio y recurre a una canción que no hace sino ensalzar la verdad de la escena: puede que los dos estén hechos mierda por fuera pero por dentro, su relación, está destrozada. No es quién gana o quien pierde el combate: es qué ganan o pierden en él.
Es una película donde tres personajes están al borde de perderlo todo: familia, dinero... su libertad; donde no hay buenos ni malos, solo una escala de grises; donde entenderás al padre de familia, pero también al falso héroe de Irak o al padre que no supo mantenerlos unidos.

Y lo harás con las emociones a flor de piel:


No voy a entrar en la cadena de exageraciones que vivimos diciendo que es LA obra maestra del cine: sí diré que, EMOCIONALMENTE es algo único...

PD: cuando terminó la proyección la gente de la sala, acostumbrada a aplaudir dejándose llevar por la emoción y la testosterona (no tiene que ver con la calidad de la película porque "Battle LA" recibió una ovación descomunal acompaña de sonidos primates y es una mierda como un camión), en este caso se limitó a callar y salir "agotados" emocionalmente hablando.

1 comentario:

  1. Muy bien hecha la crítica, la verdad, y estoy de acuerdo contigo en que la película es "emocionalmente algo único".

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