sábado, 17 de septiembre de 2011

CONTAGION: SODERBERGH diciéndonos lo paranóicos que somos

Confieso DOS cosas:
a) Fui a ver la película pensando que todo me lo habían contado en el trailer, con lo que mis espectativas no eran muy altas.
b) Soderbergh es Soderbergh y para mi siempre será Soderbergh.
Esas dos premisas han marcado mi impresión sobre la película y, en ambos casos, para bien. Es cierto que puede surgir el pensamiento de: "si esto tiene otro director y otro reparto, es una Tv-Movie". TOTALMENTE DE ACUERDO... pero a día de hoy pienso que eso se puede decir de la inmensa mayoría de las películas.
Porque la realidad es que Soderbergh, a diferencia de otros, está presente, de hecho ES SU película, por más que ni sea su guión ni haya sido una de esas que él quisiera de verdad hacer porque, como ya es sabido, el director ha afirma que en cuanto termine su contrato de cinco películas se retira, la piratería ha podido con él... y los culpables somos los españoles, y NO ES COÑA. Todo viene de la distribución que en España tuvo por internet su versión del Ché Guevara antes de su estreno, que hizo que la recaudación cayera por los suelos y que le tocó los cojones un poquito-bastante.
El caso es que ya le queda una menos, pero el director Atlanta es de esos que no sabe meterse en el campo a jugar al 50%: él o juega o se queda en casa.
Y ha jugado... vaya si ha jugado. Porque sin una base en los personajes en favor de una sensación (la paranoia sobre una pandemia) la historia engancha, y lo hace porque te metes de lleno en la tensión de la historia, para lo que se sirve de un montaje tan frenético como necesario (seguramente de haber alguna "pausa" en la historia no habría tenido el efecto que tiene) que te lleva a agarrarte a la butaca. También ha jugado sus cartas con inteligencia al poner frente a los ojos del espectador una historia que ahora mismo tiene su latencia en la conciencia de la población mundial, y si no que se lo digan a los informativos que pusieron patas arriba al mundo con esa gripe mortal hará un par de años.
Soderbergh tendrá sus pro y contras (como todos) pero a día de hoy es de los pocos a los que reconoces con solo ver 10 minutos de metraje: fotografía, planificación, textura, ritmo, tipografía (letritas de colores que estaban en la saga de "Ocean's Eleven" y que siguen aquí)... Con lo que no hay sino que alabar que más allá de una historia impersonal siga quedando su impronta y su sello.
En el debe de la película está algo que la convierte "solo" en una buena película (mirlo blanco hoy por hoy, por otro lado): los personajes. Esta historia, y su publicidad especialmente, han venido presentadas por el elenco que la protagoniza (ni la plantilla del Barça o el Madrid). Un reparto coral que viene a cumplir con la función que a cada uno de ellos se les asigna pero que en NINGUNO DE LOS CASOS pone ante el espectador una interpretación, un personaje o un trabajo de actores que resalte. Vamos, que fueron, currando y se volvieron a casa.

Y eso sería un GRAN debe en la película si estuviéramos hablando de una historia donde preocuparte por ellos: pero no es el caso. "Contagion" no es una película sobre personajes que sufren una epidemia. Es una película sobre UNA epidemia, los mecanismos que la combaten, las estadísticas, el trabajo para frenarla y la psicosis alrededor de ella. Pero NUNCA sobre los personajes que la sufren.

No es ni injusta ni misteriosa. Ni siquiera puede decirse que todo esté en el trailer (con lo que me retracto de lo que escribí) pero sí es cierto que hay una cierta desconexión porque esperas cierta identificación con los personajes. En lugar de eso, te identificas contigo mismo preguntándote qué harías tú y, sobretodo, qué no nos cuentan los organismos gubernamentales.

Y antes de terminar algo que decir sobre la base publicitaria de está película: el REPARTO. Lo que parecería una grandísima barrera, el conseguir semejante elenco, es, hoy por hoy, algo más sencillo de lo que parece: contratas a 10 actores que, en lugar de estar 12 semanas de rodaje, van a estar 2 (son tantas líneas argumentales que no tienen que estar durante toda la producción), con lo que el caché de cada uno se ve reducido sensiblemente y consigues tener un cartel que deja la boca seca.
Lo cierto es que también tienen que aceptar formar parte del proyecto, donde entra la categoría del director que está muy por encima del resto. ESO es lo difícil.

PD: escribo esto mientras veo "Primos" por tercera vez. Qué GRANDES esas historias que te trasladan a sensación de añoranza.

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