sábado, 4 de junio de 2011

X MEN: FIRST CLASS O LA IMPORTANCIA DE LOS PERSONAJES

Allá por el 2004 una película (LAYER CAKE) pasó totalmente desapercibida en los cines pero que gracias al boca a boca, muchos llegamos a conocer vía DVD ( o emule que viene siendo lo mismo). “Es un rollo Snatch” te solían decir. “El director es el marido de Claudia Shiffer” llegue a escuchar aunque su tono era despectivo. Empezó como productor y gracias a este titulo y sobre todo a la adaptación cinematográfica del comic “Kick Ass”, se ha hecho un nombre importante en la industria. Tipo listo Matthew Vaughn.Porque aunque mantiene su estilo de ritmo enérgico, pantallas divididas y entretenimiento puro siempre le da ese toque que hace que la película tenga vida propia sin llegar a ser devorada por el director. Él esta ahí, lo sabemos, pero no quiere molestar. Y es que Layer Cake seguía las andanzas de unos delincuentes continuando la ola moderna que había instaurado Guy Ritchie. En Kick Ass recrea con mucho humor negro y altas dosis de sangre la vida oscura de unos chavales fans de los comics que deciden dar el paso y convertirse en lo que siempre amaron. Y en su última película, siguiendo un estilo clásico, con una estética muy cercana a  los primeros Bonds  (ojo a la escena en la que Rose Byrne se infiltra en una fiesta privada, que si fuera mal pensado roza demasiado a Austin Power y sus fiestas) cuenta como nacieron unos personajes míticos y que les mueve. Y es ahí donde triunfa X-Men, en sus personajes, y Matthew Vaughn( y Brian Singer en la sombra) lo sabe.


Y ese es el gran acierto de un guión más que correcto. Que entiendas a cada uno de los personajes. Que cada uno tenga su tiempo y su porque. Que comprendas que les mueve, te identifiques con ellos e incluso que te decantes por uno u otro dependiendo de sus razones. Todo ello sazonado por los necesarios guiños al futuro de sus personajes, un contexto histórico real idóneo a la película, las escenas espectaculares que todo cine palomitero necesita ( la batalla aérea entre dos superherores voladores me ha dejado loco, ahí no hay croma....eso ¿esta hecho con cables?) y escenas de tensión más que bien resueltas (el ataque al complejo de la CIA tiene de todo). Y por encima de todo, sus actores. Los secundarios hacen bien su labor ( por allí campa un reconocible Alex Gonzalez que salva dignamente, sin ningún dialogo, su papel) pero son los tres personajes masculinos los que carga con toda el film. Un soberbio Kevin Bacon, un sensacional James McAvoy creando un Charles Xavier muy cercano ( ligón y borrachuzo) y Michael Fassbender. Él solo se come la película. Cada vez que aparece en pantalla la película sube puntos. Cada secuencia suya esta llena de tensión, en cada plano devora la pantalla. Un Magneto llevado por la ira, al que entiendes y, al que como Xavier, luchamos por que no caiga en el lado oscuro, por que siga del mismo lado y después de  un día duro de trabajo salgan a tomar unas cervezas.



Defectos, los tiene. Giros de personajes que no terminan de explicarse. Una serie de idas y venidas poco definidas, acciones que vienen porque sí, forzados para que la película salga airosa y efectos especiales que a veces, sobretodo en su fase final, cantan. Pero a esas alturas ya todo nos da igual. Estamos disfrutando. Matthew Vaughn ya nos la ha metido, nos esta gustando y queremos seguir así, disfrutando de las dos hora y cuarto de película.


No hay comentarios:

Publicar un comentario