viernes, 19 de agosto de 2011

COWBOYS vs ALIENS: crítica desde NYC

Daniel Craig despierta en mitad del desierto. No recuerda nada. En su muñeca izquierda hay un extraño dispositivo metálico. Va a un pueblo donde la lía parda. El malo del lugar es Harrison Ford. En mitad de una situación tensión entre los dos que tira para atrás aparecen unos aliens. En lugar de unirse deciden hacer la guerra por su cuenta. Es poco menos que un salvese quien pueda de la leche. Craig y Ford son dos hijos de puta con licencia y los aliens se han visto en mitad de una lucha a muerte entre los dos tíos más cabrones del salvaje oeste.
Bien, pues esto NO es "COWBOYS vs ALIENS". Es lo que a mi me habría gustado que fuera "COWBOYS vs ALIENS".

La realidad es que la película dirigida por Jon Favreau (grande en "Iron Man" y flojo en su secuela) es EXACTAMENTE lo que ves en el trailer y que podría resumirse en el siguiente pastiche:
James Bond (el de "Casino Royale" ya que tiene su cara y su mala leche) despierta en mitad del salvaje oeste con el síndrome de Jason Bourne. Entonces se encuentra con Indiana Jones (el de la cuatro... por desgracia) pero con algo de mala baba (tampoco te creas que mucha) y se unen a una caravana que va en busca de unos aliens mu raros que tienen el más estúpido y manidos de los propósitos (SPOILER: robar).
A Favreau le tengo especial cariño por haber formado parte de la serie de mi vida, "Friends", y siendo objetivo a muerte (algo imposible de conseguir) me la juego afirmando que lo mejor de la película es su trabajo tras la cámara.

 Porque cuando ves en el crédito de "Written by" más de cuatro nombres en mi caso siempre pienso: "menudo pastizal que se van a marcar aquí". Por más que entre los nombres esté Damon "cabeza rapada de Lost" Lindelof, Roberto Orci y Alex Kurztman. No hay manera alguna de que 10 manos consigan crear un guión con la consistencia necesaria para anclar al público.
Yo me lo imagino más en plan un "sálvese quien pueda", porque normalmente esto pasa cuando un guionista presenta el borrador al estudio, éste se lo envía a otro guionista para que lo mejore... y cuando haces eso hasta cinco veces (cuatro si tenemos en cuenta que Orci-Kurztman son poco menos que pareja de hecho) pues te puedes imaginar al último en recibirlo que empieza a leer inconexiones por otro lado y se sienta en su sillón pensando: "yo voy a salvarme el culo porque esto no hay quien lo ponga to juntito. Y el cheque me viene de puta madre para la remodelación de la piscina".
Que en estos casos a mi me da por pensar: "Ya que es una adaptación del cómic, ¿por qué no os pillais al guionista de éste o algún guionista que sea fan del comic para hacerlo?". Claro que lo mismo la respuesta es que el comic es una mierda... o que los guionistas son fans del comic, en cuyo caso, me guardo la pregunta.


Y de ahí que diga que lo mejor recae en el trabajo de Favreau, de quien se reconocen ciertos golpes de humor que ya estaban presentes en "Iron Man".
Amén de que otro aspecto resaltable en la labor del director (y que es una crítica velada a "Rises of the Planet of the Apes"): los aliens, hechos obviamente por CGI son 10.000.000 de veces más creíbles que los monos de ésta última. Y no, no es porque tu conciencia sepa cómo se mueve y cuánto pesa un mono de verdad; no lo son por la planificación de cámara de Favreau, quien más allá de querer tirarse el moco diciendo: "Coño, si los aliens son CGI pues voy a mover la cámara como me salga de la punta del nabo. Vamos que si hace falta que la cámara vuele va a volar. Y lo voy a rodar todo en planos secuendas para que quede claro lo grande que soy".
Pues no, Favreau ha rodado a estos aliens como si de personas se trataran y como la escena lo necesita: editando y resaltando en fución del momento.
Pero más allá de eso, la película funciona en tanto en cuanto no quieras pensar demasiado, o nada. Porque lo que ves en el trailer es lo que es la película (mira, otro que es honesto), una "aventura" de un tío amnésico (que obviamente lo recordará todo) con una serie de personajes con la profundidad del cristal de una bombilla que cumplirán una de las siguientes funciones:
a)Hacer las preguntas que tiene el público (ay, Olivia Wilde).
b)Morir para dar algo de penita al personal.
c)Dar por culo para que el personaje protagonista (con menos frases que Arnold Schwarzenegger en la saga de Terminator; si todas juntas) tenga que arriesgar el pellejo y dar su toque de emoción a una historia más simple que el mecanismo de un búcaro.
Más allá de eso, "Cowboys vs Aliens" es una película de verano con la que entretenerte... y es de esas a las que Ale y yo vamos cuando queremos reirnos un rato.

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